PARA PADRES 11

Con la actividad de esta semana, seguimos intentando estimular las habilidades sociales en nuestros hijos. El área de lenguaje y las habilidades de comunicación es esencial para que solucionen sus problemas y superen dificultades.

Los recursos y habilidades que puedan atesorar en estas edades les pueden favorecer para una buena inserción tanto personal como profesional.

Son innumerables los beneficios de tener unas adecuadas actitudes dialógicas. Que pregunten a los americanos, que en eso nos llevan mucha ventaja. Pero, ¿sabemos nosotros mismos, los padres, los adultos, dialogar? ¿Sabemos comunicarnos bien?. Analicemos nuestro comportamiento en el corro de amigos o, sin más ni menos, en reuniones de trabajo. Sí, parece más una algarabía que un espacio de intercambio de opiniones, emociones, o informaciones.

Sin pretender llegar a la excelencia sí que podemos compensar un poco el mal ejemplo social al que están expuestos, sobre todo desde las tertulias y programas basura de los medios de comunicación.

Aprovechemos las rutinas diarias y el tiempo que pasamos con ellos para enseñarles actitudes y modelos de actuación que fomenten dichas habilidades. La hora de la comida o la cena pueden ser momentos ideales para ir educando a los pequeños en aprender  a respetar a los demás, saber escuchar, realizar peticiones, utilizar un lenguaje correcto,..

De una manera divertida se les puede proponer  un juego, que si lo hacéis  cuando estéis todos juntos tiene un valor añadido. Cada uno, podrá contar lo que le ha pasado, lo más positivo del día, o lo que quiera, en un periodo de tiempo concreto (unos minutos) y mientras que hable, los demás deberán escucharle y no interrumpirle. Una vez acabe su tiempo, el siguiente podrá explicar lo que quiera o si le apetece, opinar sobre lo que ha dicho su hermano o su papá, dando así su opinión. De este modo, aprenderán poco a poco a esperar y a entender que no sólo ellos pueden hablar sin más, que las conversaciones para que realmente sean interesantes y fructíferas, deben basarse en un intercambio de opiniones o en las que cada uno tenga su momento, mientras el resto les escucha.